La mayoría de las personas piensan que la parte conocida como escudo de una cerradura es solo una pieza decorativa, sin embargo, se trata del primer elemento que entorpece e incluso frena a los delincuentes que quieren entrar a robar en las viviendas o comercios.

El escudo

Se trata de una pieza metálica colocada en el exterior de la puerta, rodeando completamente el bombín. Gracias a proteger el bombín de esta forma, se impide que se puedan emplear algunas de las técnicas maliciosas que los ladrones usan para acceder a nuestros hogares. Dependiendo del tipo de escudo y del material del que esté hecho, tendrá un mayor o menor nivel de protección.

Escudos contra el robo

Todos los escudos otorgan protección contra los ataques que van dirigidos al bombín, siendo la mejor defensa ante el taladro, las pinzas, las llaves inglesas y cualquier otra herramienta que se use para romper o dañar la estructura interna de la cerradura.

Actualmente hay varias técnicas para ello, la más básica es la de romper el bombín. Esta técnica es usada cuando el bombín sobresale de la puerta, seguramente por no haber tenido en cuenta el tamaño adecuado en su instalación, y mediante unas pinzas o mordaza, se agita violentamente el cilindro hasta que se parte por la mitad, siendo muy fácil extraerla y abrir la puerta.

Otra forma que los ladrones tienen de sortear las defensas es mediante la rotura y la extracción del bombín. Para ello se utiliza una máquina extractora, por lo que no hace falta que sobresalga el cilindro, el extractor tira con tanta fuerza que parte la cerradura, abriendo la puerta sin problemas.

Una de las herramientas que los delincuentes también utilizan es el taladro, con el cual rompen todo el mecanismo de bloqueo de la cerradura, y lo único que necesitan para hacerlo es que el rotor del bombín se vea, y en prácticamente todas las casas se puede ver sin problemas.

También emplean técnicas menos agresivas como la ganzúa y el bumping, y las pueden hacer siempre y cuando vean la abertura de la cerradura y esta no disponga de medidas de seguridad contra ello.

Tipos de escudos de seguridad

Actualmente hay una gran variedad de escudos de diferentes marcas que ofrecen distintos niveles de protección. Sin embargo, se pueden agrupar en cuatro clases distintas.

Los primeros son los de escudo abierto, consisten en que rodean todo el bombín dejando a plena vista el perfil del mecanismo de la cerradura, por lo que solo defiende de ataques de rotura de bombín. Los escudos semicerrados son como los abiertos, pero además cubren la parte frontal inferior del cilindro, por lo que además de evitar que puedan romper el bombín, tampoco pueden utilizar una extractora para sacarlo.

El siguiente nivel de protección lo da el escudo cerrado, que solo deja a la vista la abertura de la llave. Este tipo de escudo es muy seguro, impidiendo incluso que puedan taladrar el bombín. La única vulnerabilidad de este escudo es que aún pueden abrir la puerta utilizando un ganzuado o el bumping accediendo a través de la abertura.

El escudo más seguro de todos es el magnético, rodea al bombín y cubre completamente el cilindro. Para abrir hay que desplazar una tapa que oculta la abertura y que solo se mueve con una llave magnética especial, por lo que los ladrones no pueden acceder a la cerradura de ninguna forma, protegiendo la vivienda de cualquier ataque.

A la hora de adquirir un escudo

Todas las cerraduras deberían contar con un buen escudo de seguridad, y para elegir un escudo hay que fijarse en unas pocas características que aseguren su buen funcionamiento. Lo primero que hay que ver es que la estructura del escudo esté totalmente cerrada. También sería una buena idea que cuente con un rotor de acero, para complicar mucho que puedan realizar cualquier acto violento con éxito. Por último, hay que asegurarse que su sistema de sujeción cuente al menos con 6 tornillos.

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